miércoles, 15 de julio de 2009

No tengo remedio... pero le pongo garra!

Acá van las confesiones de otra aprendiz de cocinera... en este caso, Agus Numer: "Puse a hidratar la quínoa, $20 los 300 gr en Grandiet. Ahí entendí por qué la llaman las semillas sagradas... Mientras, corté las cebollas y las manzanas. Me di cuenta de que me había olvidado el cilantro asi que salí como raje a la verdulería de los peruanos. Dejé el fuego prendido. Cuando volví la quínoa estaba lista y pasada, obvio. Las manzanas se habían puesto marrones. Colé la quínoa, piqué el cilantro y para terminar el desastre empezé a mezclar todo y me di cuenta de que el cereal aún estaba caliente. Cuando llegó la parte de la vinagreta me avivé de que no tenía limón. Me fui a cenar a Sirop."

miércoles, 8 de julio de 2009

Mi primera vez

Desde de aquel incidente con el soufflé de queso (y algunos otros que ya tendré oportunidad de contarles) mi colaboración en la cocina se limitó a ir a hacer "los mandados". Se ve que desde chica tuve cierta inclinación por "hacer compras"... Aunque una no siempre encuentra exactamente lo que tenía en mente...
Aquél día mamá me dio la listita para ir al boli (me crié en Madryn, y allá en lugar de un chino, todos teníamos un boli, a la vuelta de casa), y entre un montón de cosas, me anotó "REMOLACHA". Por aquél entonces yo ya ostentaba 11 años y, casi en 7mo grado, creía estar en la cima del mundo y saberlo todo, por lo que nunca escuché las indicaciones a cerca de como lucían las remolachas ANTES de ser una ensalada con huevo en mi plato...
Creo que a esta altura podrán imaginar un montón de cosas, pero si alguién adivinó que en lugar de REMOLACHAS llegué a casa con una hermosa bolsa de BATATAS, realmente admiro su poder de imaginación! (y por si se lo preguntan, si. Mamá me hizo volver al boli para que me cambien las batatas por remolachas... Creo que el verdulero se sigue riendo!)
Algunos años mas tarde, con la sobervia bastante mas baja y después de mis dos clases de cocina, me sentí lista para llevar a cabo alguna de las preparaciones aprendidas, y decidí hacer el wok vegetariano y el tabule latino.
Como es de pensar, lo primero que hice fue hacer mi listita de ingredientes, e ir a "hacer los mandados". Como la dietética estaba cerrada y vivo cerca del barrio chino, fui al local que queda sobre Montañeses y tiene todo tipo de granos, cerelaes, productos secos y bizarros que puedan imaginar. Conseguí la mayor parte de los ingredientes, y me fui a la verdulería. Para mi sorpresa, el verdulero resultó tener un olfato asombroso e, intuyendo mi falta de experiencia gastronómica, intentó convencerme de que el CILANTRO podía reemplazarse perfectamente por PEREJIL, -"Son IGUALITOS señorita"... Gracias a Dios, después de la vergüenza que pasé aquella vez devolviendo las "remolachas", aprendí que "parecido NO es lo mismo"...
Finalmente hice ambas recetas y FUERON TODO UN EXITO!!! El único ingrediente que reemplacé fueron los brotes de soja del wok, por hongos secos. Fue una buena idea!
Gracias Ivy, gracias Pablo! Mi novio y mi hermano estan mas que agradecidos!!!

lunes, 6 de julio de 2009

Platos vegetarianos

Como en el resto de los ámbitos de mi vida, soy un poco obse también con esto de la cocina, así que para empezar voy a poner los ingredientes de estas recetas, deliciosas y luego explicaré paso a paso (APB) cómo proceder.

Ingredientes del Tabule Latino: (para 5-6 personas)
- Quinoa, una taza. Importante LIMPIARLO bien antes de hidratar. Sacar todas las piedritas y cositas oscuras que pueda tener!!
- Cilantro, un puñadito (usar sólo las hojas)
- Cebolla morada, 1 mediana o 1/2 grande
- Manzana verde, 1

Preparación:
Como primer paso se debe hidratar la quinoa. Para ello, por cada medida de éste pseudo cereal se deben colocar 3 medidas iguales de agua fría, ya que el crecimiento del grano es aproximadamente del 300% al hidratarse. Se coloca en una cacerola sobre el fuego y se deja cocinar, revolviendo cada tanto para evitar que se pegue, durante 15-18 minutos aproximadamente (se darán cuenta cuando está lista porque los granitos se "abren" y parecen "ojitos"). Una vez hidratada la quinoa, colar y dejar enfriar unos minutos.
Picar la cebolla en brunois (ya expliqué lo que era esto) y apartarla. Cortar el cilantro bien chiquitito, apartar. Finalmente cortar la manzana en pequeños cubos.
Mezclar todos los ingredientes, aderezar con vinagreta de oliva y limón* y servir.

*Vinagreta de oliva y limón:
- Limón, 1
- Sal, una cdita.
- Aceite de oliva, 3 veces la cantidad de limón.
Preparación:
Colocar primero el medio ácido, en este caso el limón, luego la sal (que siempre debe ser suficiente como para luego "condimentar" la preparación a la que se le agregue la vinagreta) y finalmente colocar el aceite. Batir hasta que se emulsione (en castellano, hasta que cambie de color y parezca una mezcla uniforme)

Wok Vegetariano: (poara 5-6 porciones)
Ingredientes:
- Cebada, 1 taza
- Trigo, 1 taza
- Berenjena, 1
- Zucchini, 1
- Morrón colorado, 1
- Cebolla morada, 1 mediana
- Jengibre, un cubito del tamaño de un caldo knorr
- Ajo, 1 diente
- Brotes de soja, 1 taza
- Cilantro, a gusto
- Sal, a gusto
- Pimienta, a gusto
- Salsa de soja, a gusto

Preparación:
Hidratar los cereales (mismo proceso y proporciones que la quinoa). Separar.
Pelar la berenjena CON CUCHILLO para evitar que se oxide rapidamente. Cortar en bastones de 2 o 3 cm de largo y 1/2 de espesor.
Cortar el zucchini y el morrón del mismo modo (sin pelar!).
Cortar la cebolla en tiritas finas.
Picar lo más pequeño posible el ajo y el jengibre.
Llevar el ajo, morrón y jengibre al wok, previamente aceitado y calentado. Cocinar hasta que el jengibre comience a dorarse. Agregar la cebolla y luego el zucchini y la berenjena.
Revolver siempre desde el centro hacia los costados, evitando que quede todo en el centro del wok. Cuando los ingredientes estén casi cocidos, agregar el trigo y la cebada, alternando con un poco de salsa de soja.
Cuando todo esté listo agregar los brotes de soja, la sal si es necesaria, y para terminar el cilantro.
Servir caliente y acompañar con buen vino blanco!

Imágenes:

Cebada y Trigo:


Cortes de los vegetales:








Cocción:



Presentación:





Exitos y buen provecho! :)

La primera lección

Mi primer contacto con la cocina data de hace casi 20 años, cuando, espontáneamente un día decidí que iba a esperar a mamá con un delicioso "soufflé de queso"... Con todo el coraje que mis escasos 8 años me permitían, trepé por la bibloteca hasta alcanzar el tomo gordo de "Doña Petrona"...
Con la compresión de texto propia de la edad, junté los ingredientes, los coloqué sobre la mesada y puse manos a la obra!
Derretí la manteca, agregué el resto de los ingredientes siguiendo meticulosamente cada uno de los pasos especificados en el libro. A mi favor puedo decir que logré una mezcla uniforme y libre de grumos, pero el resultado final no fue tan feliz... Cuando llegó mamá entró corriendo a la cocina asustada por el humo, pensó que la casa se prendía fuego (triste, pero verídico...) Yo me había distraído jugando al "family game" y me había olvidado por completo del soufflé que ardía (literalmente) en el horno...
19 años mas tarde, y después de haber pasado todo este tiempo sin volver a acercarme a una cocina, mas que para meter la cuchara en alguna preparación ajena, decidí que era un buen momento de volver a poner las manos "en la masa" y me alisté en el "ejército de los aprendices de cocineros"!
La primera clase, vimos diferentes tipos de arroz y aprendimos a hacer risotto! Me enteré, entre otras cosas, que uno de los secretos es nacrar bien el arroz (reahogarlo en manteca y una pizquita de aceite hasta que los granos se ponen medio transparentes) y no sobrehidratarlo, sino ir tapando los granos poco a poco con el vino y el caldo, sin que queden "flotando" en el líquido!
Aprendí a hacer un corte "brunois" (que es un corte muy preciso y chiquititito de la cebolla) y luego a "hermosearla" para disimular mi mala técnica! :)
También aprendí a hacer un caldo de verdad y que a las verduras debemos "sellarlas" como a la carne, para que no pierdan su color, sabor y propiedades antes de hervirlas!
Todavía no me animo a lanzarme sola nuevamente a la aventura de improvisar una receta medianamente compleja, pero confío que pronto podré deleitar a mis allegados con alguna preparación especial... Total, si esta vez me entretengo con algo, tengo un montón de teléfonos de delivery en la puerta de la heladera!